No me canso de decir que muchas veces prefiero un encuentro con tecnólogos o integradores que con los gerentes de marketing o CEOs de las compañías. Es muy sencillo: los tecnólogos te baten la justa. Y para los que no pescan el lunfardo porteño, los tecnólogos te cuentan la verdad. O sea, son los que te van a decir si es cierto que la solución te resuelve todos los problemas, si es fácil y rápida de instalar, si se configura sin ningún problema, si cualquier hardware te sirve… o no. Por eso, workshops como el del jueves pasado, presentado a dúo por Generática y Blue Patagon, son como un soplo de aire fresco entre tanta adjetivación superlativa marketinera.
Parece ser que Magic Software (compañía dedicada al desarrollo de software de negocios) y Microstrategy (uno de los más importantes players de business intelligence y uno de los pocos, por no decir el único, que no pertenece a una gran multinacional) hace tiempo que están de socios y eso se refleja en la Argentina.
El Workshop duró casi todo el día y fue organizado por Generática, representante exclusivo de Magic Software en la Argentina y por Blue Patagon, canal de Microstrategy. Estuvo a cargo de Alejandro Poznansky y Gustavo Vignera, directores de Generatica y Blue Patagon, respectivamente y se dedicó a mostrar, por la mañana, un panorama del estado del arte en business intelligence, así como las nuevas features de las nuevas versiones de los respectivos softwares y casos de éxito. Por la tarde, hands on con el producto en vivo (nada de ppts), procesos, métodos y trucos y técnicas varias.
Buena concurrencia, altamente especializada (les juro que terminé no entendiendo nada… pero bueno, los expertos son ellos, no yo) pero lo importante, como les decía al comienzo (y el propio Poznansky acordó conmigo) es no tener que bancarse el discurso de marketing, lleno de adjetivos superlativos y, sobre todo, de ilusiones de falla cero.
Eso sí, una recomendación para los futuros eventos en el Howard Johnson de la calle Florida: en cuanto aparezcan los brownies, zambúllanse los primeros, porque desaparecen en seguida. Deben ser muy buenos, porque yo no llegué a probar ninguno.