(Por Rubén Borlenghi) En mi segunda visita a Expocomm 2008 me dediqué a dos bloques: los proveedores chinos y el pabellón español. La cantidad de stands de empresas chinas duplicaban ampliamente a las marcas españolas, y había otra profunda diferencia: o escuchabas trabajosas explicaciones sobre hardware oriental, o los peninsulares te ofrecían software y servicios.
Mi ignorancia me impide transcribir sin errores los nombres de las empresas chinas, y eran muchas de verdad, pero como el denominador común eran los productos para red o para comunicaciones, es más fácil de detallar. Había alrededor de quince proveedores de routers y access points, con Wifi, con Bluetooth, sin radio, en Gigabit Ethernet o no, con conexión de fibra óptica o no. Muchos menos proveedores de productos más masivos, como celulares.
También había proveedores de accesorios, conexiones prearmadas con conectores variados, o materiales de instalación de cableado estructurado con UTP o fibra. Y no pude escapar a una sospechita, allá en el fondo de mi apolillado cerebro: vinieron a hacer negocios, vinieron a aprovechar el aumento de consumo local de este tipo de productos, están acá para puentear al canal… Chi lo sa…
Comentario al margen: cada ingeniero o encargado de ventas pertinente, al que le pregunté por la seguridad de su router wireless, juró y perjuró que si en una red inalámbrica entra un desconocido malintencionado es si y solo si el dueño del router no hizo caso a las instrucciones que recomiendan modificar la configuración “por defecto”, o por utilización de contraseñas ineficientes. No vale usar “wifi” como password, como verificó dentro de la expo el master Richard…
Sección ibérica: si bien la dotación china era abundante, la presencia de un muy visible letrero que proclamaba <España>, más un espacio con mesa, silla y cartel, dedicado a la Asociación Española de Exportadores de Informática no dejaba lugar a dudas sobre lo organizado de la visita. Los productos, o servicios, que pude ver, no eran muy variados pero sí con amplio espectro.
Desde un proveedor de cámaras de vigilancia (A.5), probablemente chinas pero con carteles, instrucciones y software en castellano, pasando por una empresa (ipsCA) dedicada a la Firma y el Certificado Digital, siguiendo con una software factory (Neurowork) o llegando a un proveedor de servicios antispam (Spamina de Aegis Security) ya te has formado una idea de lo que hay, chaval.
Mañana me daré otra vuelta, porque me han quedado un par de lugares en el tintero. Después te cuento.