Tal como dijimos alguna vez, Internet llegó para cuestionar todos los negocios. Uno de los que más afectado está es el de la música. Y no hablemos del de la música digital, al que todavía no se sabe muy bien cómo manejar. La entrada de Amazon en el juego del almacenamiento y streaming de la música digital (algo de lo que, según TechCrunch Google sólo ofrece promesas vacías y Apple, rumores) está conmocionando el ámbito tanto de la música digital como de los negocios en la nube.
El producto en cuestión se llama Amazon Cloud Drive y en su versión gratuita ofrece 5 gigas de espacio en la nube para guardar documentos, audios, videos e imágenes, más todos los otros archivos que quieras almacenar.
De acuerdo a MG Siegler, autor del artículo de marras que citamos más arriba, llamado “La red será tu próximo disco rígido, a pesar de la codicia de los sellos grabadores”, lo que irrita no es tanto este disco virtual, sino su aplicación más inmediata: Amazon Cloud Player. Se trata de un reproductor online que permite tocar y bajar en streaming cualquier archivo de audio que hayas subido a la nube o comprado en Amazon.
La controversia que la compañía de Jeff Bezos está impulsando, y que encuentra a Sony en su principal adversario, es que, para Amazon, cualquier contenido que compres, es tu propiedad y podés hacer lo que quieras con ella (¿como prestar libros de Kindle, por ejemplo? Me pregunto yo…).
“En la actualidad, dice Siegler, si comprás una canción en iTunes o Amazon o donde quieras, sos libre de reproducirla tan a menudo como quieras en tu máquina. También sos libre de quemarla en un CD o transferirla a un repro MP3. No estoy seguro de porqué moverla a la nube es diferente”.
En síntesis, otra vez en el tapete la discusión: ¿sos propietario de lo que comprás, o sólo de una autorización para usarlo…?