Primero instalé un build anterior en mi notebook, luego fue el RC 1 de 32 bits. Este fin de semana largo aproveché para instalar el RC1 de 64 bits en mi máquina principal. Tengo que confesar algo: después del bochorno de Windows Vista, esta nueva versión ya parece otra cosa. Definitivamente Windows 7 es el Vista que nunca fue. O algo así.
Después de leer en varios de los sitios de tecnología más importantes del mundo (o por lo menos creo que lo son: C|Net, ZDNet, Internetnews, PCWorld, etc.) comentarios favorables acerca de Windows 7 (siempre considerando que hablamos de betas), decidí probar con algún build que muy gentilmente me acercaron. Muy tímidamente me animé a poner el 7077 en mi notebook y después de un par de semanas de haber reemplazado el Vista que venía original con ella, tenía que reconocer que la performance había mejorad muchísimo.
Vista Home cambiaba a video básico cada vez que arrancaba Firefox y la búsqueda en el menú Inicio se hacía cada vez más penosa, mientras de que la conexión WiFi se entrecortaba regularmente. Con la misma máquina y los mismos drivers (los originales que venían con el equipo), Windows 7 no cambia de modo de video, la búsqueda es sumamente rápida y la conexión, una vez establecida, no se corta.
Pero además, el tiempo de booteo y el de reconocimiento de dispositivos USB conectados se ha reducido muchísimo, en comparación.
En cuanto apareció el Release Candidate 1, no dudé en actualizar la beta con una apreciable mejoría, incluso, en el manejo del mouse y del video. Además, todas las aplicaciones que estaba usando, incluyendo las de conversión de formatos de video, funcionaban sin problemas.
Envalentonado por esa experiencia, y confiando en la palabra de uno de los pocos de Microsoft a quienes le creo cuando habla de tecnología (que no nombro para no comprometerlo y porque no le pedí permiso, pero él sabe quién es), tomé una decisión.
Aprovechando el fin de semana largo, convertí el Windows Vista Ultimate 32 bits de mi PC principal (una Athlon 64 X2 con 3 gigas de RAM), en Windows 7 Ultimate RC 1 64 bits. El cambio fue, por una vez, hay que decirlo, sorprendente. Y a favor.
Excepto, claro está, cuando quiero reemplazar las aplicaciones de 32 bits por sus homólogos de 64. Por lo menos en algunos casos: Firefox 64 bits (Minefield), por ejemplo, está muy limitado porque los de Adobe, a pesar de los casi 4 años de Windows x64, todavía no desarrollaron un Flash Player 64 bits para Windows (hay algunas versiones para Linux dando vueltas por ahí). Ese es un ejemplo. Otro, que Java 64 no sirve para algunas aplicaciones (vg. JDownloader) y hay que poner un Java 32 paralelo.
Salvando las distancias propias de la falta regular de aplicaciones 64, las de 32 que uso diariamente (entre ellas, Notecase, OpenOffice, VLC, etc.) funcionan sin problemas y hasta, en algunos casos, más fluidamente que antes.
Por eso me llama muchísimo la atención este artículo que salió publicado en Linwind – De Windows a Linux, titulado Microsoft juega sucio con OpenOffice. No dudo de la experiencia de (presumiblemente) Marcos Dacosta Balboa, ya que publica capturas de pantalla en las que muestra que el Windows 7 Upgrade Advisor Beta requiere la desinstalación de OpenOffice 3.0 para poder instalar el futuro Windows 7. Y lo que dice la pantalla es claro como el agua: Este programa no es compatible con Windows 7.
La cuestión es que yo tengo instalados OpenOffice.org tanto en versión 3.0 (la PC) como 3.1 (la notebook) sin inconvenientes. Y funcionando a pleno, como lo probé durante una jornada de periodismo científico en la cual mi Impress fue el protagonista de todos los slides proyectados ese día.
Por supuesto que esto fue interpretado tanto por Balboa como por los comentaristas de su nota como un sabotaje de Microsoft o, por lo menos, un intento de “quitarse de forma fácil la competencia”.
Lo cierto es que… no es cierto. O sea, OpenOffice no es incompatible con Win7 y yo mismo lo comprobé. Sólo espero que sea una jugarreta de algún programador jodón, porque si es política de la empresa, suena un poquito mal ¿no haya?