Premio SadoskyTal como lo publicamos el jueves, la CESSI llevó a cabo la quinta entrega de los premios “A la Inteligencia Argentina”. Y como sucede desde los Martín Fierro hasta los Nobel, cosecharon abundantes comentarios y críticas, a los que quedaron finalistas, a los que ganaron los premios, al método de selección, al mérito de los ganadores. Y, como sucede con estos galardones, todo es materia discutible. Por eso, algo de contexto para poder entender un poco más de qué se trata, viene bien.

La entrega de los Premios Sadosky 2009 tuvo y tiene varias lecturas. La primera, la más “sencilla”, si se quiere, es la política. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner estuvo con parte de su gabinete, hasta la finalización de la entrega de premios propiamente dicha. Tradicionalmente, entrega los primeros y se va. Esta vez, se quedó “para no ser injusta con los demás”, de acuerdo a las fuentes.
Estaban presentes la Ministra de Defensa, Nilda Garré, el Ministro del Interior Florencio Randazzo, la de Industria y Turismo Debora Giorgi y el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Lino Barañao. En la mesa estaban Fernando Racca, el presi de la CESSI y Jorge Cassino, el presi de los premios.
No sé exactamente qué figura jurídica encuadra a la CESSI, pero es indudable que es una organización privada que representa los intereses de empresas privadas, en este caso, de la industria del software. En la página web del premio, la CESSI destaca que “considera necesario premiar a aquellas personas, equipos de trabajo y organizaciones que, con su labor y desempeño, contribuyan al crecimiento de la Industria Argentina de TI en cualquiera de sus dimensiones”. Por supuesto, los criterios por los cuales se considera que los candidatos “contribuyan al crecimiento de la Industria Argentina de TI” son exclusivamente los propios de la CESSI.
En este contexto es que cualquiera de los premios que se van a entregar, está condicionado a cumplir este objetivo tal como lo considera la organización, por lo menos.
Así es como es posible ver premios muy merecidos (como los entregados a la Fundación Equidad o a la UTN, por ejemplo) junto a otros que, dejan un sabor de boca un tanto… extraño. Algunos galardones suenan a compromiso político, mientras que otros, a devolución de favores o, simplemente, a gratificación a los amigos. Queda a criterio de los lectores decidir cuáles de los premios corresponden a qué categoría.
Pero lo que quiero decir con esto, es que se trata de un acontecimiento privado, generado por una institución privada y llevada a cabo en un espacio privado, con reglas de juego propias, que uno puede aceptar o no. Pero si las acepta, las debe acatar. Sino, simplemente no jugamos y listo.
Pero, como esto no debe quedar simplemente acá, me permito hacer un comentario que, espero, se tome como de quien viene. De acuerdo a los criterios de selección de la temática Prensa, el premio llamado Investigación Periodística debería entregarse “al periodista que haya desarrollado las mejores notas e investigaciones sobre la industria argentina de TI, sus competencias y actividades.”
De las candidaturas, ni todas han sido hechas por periodistas, ni todas son notas de investigación. Lo cual me lleva a una conclusión: los que seleccionaron a los candidatos, no tienen muy en claro quiénes son periodistas y quiénes no lo son, y tampoco qué es una nota de investigación. Por obvias razones esto lo sé.
Pero la pregunta es: ¿qué pasó con el resto de las candidaturas de las temáticas? ¿han sido seleccionadas con la liviandad de criterios utilizada para la temática Prensa? Por ejemplo, ¿se habrá elegido realmente “a la institución educativa de nivel primario que se haya destacado por su trayectoria y calidad académica”? ¿al tipo “cuya iniciativa entrepreneur sea considerada muy significativa e innovadora”? ¿a la “mejor combinación de innovación tecnológica y desarrollos de vanguardia”?
Quiero decir, si encontramos “errores de apreciación” (si los podemos llamar así) en una categoría ¿cómo sé que no los estarían cometiendo en las demás?
Quiero creer que no los hay… pero no lo sé.

Por Ricardog

Periodista científico especializado en tecnología. Médico en retiro efectivo.

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