(Por Rubén Borlenghi) Los antivirus ya no son los de antes. Ahora son suites completas, con la inteligencia artificial necesaria para proteger al elemento menos inteligente: el usuario. Un jugador más llegó para quedarse aunque es complicado llegar cuando los otros están instalados desde hace años… por lo menos si les va bien.
Se presentó el Buenos Aires la plana mayor de Kaspersky Lab para Las Américas (si usamos el modo norteamericano de recordar que un continente no es un país…) y para reforzar la idea de que llegaron para quedarse, el mismísimo Eugene Kaspersky se hizo cargo del presentatimón.
Alejandro Musgrove, vicepresidente de ventas para Latinoamérica y el Caribe, abrió la reunión y casi enseguida le dio paso a Steve Orenberg, el presidente de Kaspersky Lab Americas. Él fue quien se encargó de dar el enfoque general de la empresa, en cuyo directorio ocupa el cargo de director general. De la extensa exposición de Orenberg quiero destacar la misión de la compañía, “asegurar la más pequeña ventana de vulnerabilidad”, ese riesgo sobre el que transitamos los sufridos usuarios finales cotidianamente.
Espero que lo mantengan como objetivo, por el bien de sus clientes. También mostró el crecimiento de la empresa, que decuplicó las ventas en tres años, y ubicó el campo de acción de las sucursales americanas: en el estado de Florida (EEUU), el cuartel general para Latinoamérica y el Caribe; en Brasil, México y Argentina, departamentos de ventas y de soporte; en Panamá, ventas, y en Ecuador, un laboratorio de investigación.
Pasaron muchas pantallas más, con material útil para la gente de ventas, y finalmente Eugene Kaspersky saludó, informó que lo que sabe decir en español (y varios otros idiomas) es gracias, cerveza, y ¿cuánto es? y usando su mejor inglés con acento entró de lleno en su visión de la empresa, los productos nuevos y el enfoque que necesita darles. La exposición fue simpática, clara, erudita (no podía ser menos) y no se merece un resumen de dos líneas; pero si una cosa es evidente, es cómo le duele a los fabricantes de antivirus la frase “los antivirus no sirven más” que ahora está tan de moda.
Así que planteó su Kaspersky Internet Security como un producto con mayor velocidad, dotado de blacklisting (lista de bichos malos) y whitelisting (los programas que sí pueden ejecutarse), y conectado a Internet para enviar sospechosos al análisis y recibir protección “casi instantánea” a través de las alarmas provocadas por los otros usuarios. La famosa protección “into the cloud” que también proclaman otras empresas del rubro. Habló de algo que me quedó picando y procederé a investigar con tiempo: “deep integration into the operating system”. ¿Cómo habrán hecho eso en Windows Vista?
No ahorró palos para sus principales competidores, y hasta armó un juego de palabras entre Microsoft One Care y One Scare (esto último es, entre otras cosas, “susto”) e informó que ese producto a él no lo había asustado.
Terminó don Eugenio (afeitado y con el pelo recortado respecto de algunas fotos oficiales) su presentación ornada con buenas fotos de su último paseo por Kamchatka y le dio paso a Randy Drawas, chief marketing officer, The Americas, que retomó el tema de los productores de malware como empresarios prolijos, que entregan “malware as a service”, con infección garantizada; luego dio cinco características que (según él) los usuarios piden de un antivirus, citadas desde más importante a menos: habilidad para detener la agresión, velocidad, facilidad de instalación y uso, que tenga soporte telefónico gratuito, y allá lejos y al final, que sea barato. Hmmm. También habló de un producto corporativo, el Kaspersky Hosted Security Services, destinado a proteger el email, el uso de web y la mensajería instantánea.
Durante la descripción de algunos productos, y en la rueda de preguntas, apareció una característica relacionada con el whitelisting: que se verificaba el licenciamiento de los programas (de terceros) instalados en una máquina del usuario. Afortunadamente Musgrove me aclaró más tarde que no se detenía o marcaba como agresor un programa por no tener licencia. Me sentí mejor por los usuarios hogareños norteamericanos, que según la BSA tienen programas truchos en el 45% de los casos…
La reunión se transformó en grupos de charla alrededor de unos platos, y pude por fin conversar con Alejandro Musgrove, (ahí arriba está el cargo) y con Julio Cella, gerente de territorio para América del Sur y Central y el Caribe, a quienes tuve el gusto de conocer en otros cargos (de ellos y mío) años atrás. Un recuerdo para ellos y para la eficiente muchachada del Jeffrey Group. Veremos cómo le va a Kaspersky por estas pampas, ya que hay competidores de fuste, con productos reconocidos, y es complicado llegar cuando los otros están instalados desde hace años.