(Por Ruben Borlenghi) A ratos prestidigitación, en otros momentos 1984 (la del Hermano Mayor), más tarde con pantallazos de Llame Ya! Para que te quede claro, el futuro ha llegado. Agarrate.
Años, muchos años atrás, escuchamos durante la presentación del Centrino que el empleado distante también podía trabajar, laptop conectada mediante (aunque estuviera de vacaciones)(especialmente si estaba de vacaciones).
Mas atrás, todavía, Farías hacía demos de software de selección de ropa en un catálogo virtual de una casa de moda conectada a la Web. Cuando nos mostraron etiquetas RFID en la expo de logística de este año, había software que sumaba e imprimía el ticket antes de que el cliente le pasara los artículos del carrito a la cajera. Y cuando apareció Windows Server 2008, también se mostró software que ofrecía artículos al cliente de acuerdo con sus preferencias.
Pero claro, había que integrar todo eso. Aprovechar las conexiones entre equipos bluetooth, celulares comunes, laptop con wifi y etiquetas RFID.
¿Cómo, todavía no te diste cuenta? El común denominador es el soporte. ¡La Red, hermano!
El taumaturgo de turno fue, en el edificio de Cisco, el convincente Pablo Marrone. Su tarjeta dice Consulting Systems Engineer, Unified Communications, South America South. Esta denominación final capicúa surge, probablemente, de que quienes diseñan el organigrama Allá Arriba no saben qué es capicúa. Además, si supieran, no les importaría.
Pero volvamos. En una muy impresionante demostración, Marrone interconectó cuanto equipo de comunicaciones había en el salón: el celu con la laptop, el celu con un teléfono interno y luego con una línea externa, un handy con el celu y un teléfono fijo… En fin, no logró que saliera agua de los artefactos de iluminación porque no se lo propuso, supongo.
Pero (en serio) logró que todo trabajara contra todo, en términos de comunicación. Se dio el lujo, encima, de despabilar a un agotado colaborador en México, llamarlo desde el celu, mostrar su imagen en una brevísima teleconferencia de seis palabras desde la laptop, despedirlo desde un chat.
Parecía, de verdad, un prestidigitador. En lugar de conejos sacaba conexiones.
Magia no, tecnología
Detrás de todo este despliegue estaba un equipo, el flamante Cisco 3300 Mobility Services Engine. Según pude entender, es un conjunto de hardware y software, que gestiona el galimatías de distintos <sabores de comunicación> que te describí antes. Porque claro, lo que importa es que puedas montar todo, todo eso sobre la Red. Y una vez que lo metiste en cable de cuatro pares me imagino que Cisco dice “de ahí para adelante, todo mío”
De verdad, todo funcionaba bastante bien.
El secreto está en cuatro componentes de software que (parece) vienen con el equipo, para gestionar este terrible berenjenal. Y en la posibilidad de que desarrolladores específicos programen aplicaciones donde te podrán ofrecer (por ejemplo) exactamente el queso brie que te gusta, cada vez que te acerques a una casa de delicatessen que se haya subido a la ola. Cada vez.
Todas las veces. Aunque ya hayas comprado queso para tres semanas.
También está planteado (según pude leer en una de las placas de la presentación) que las escuelas ofrezcan a los padres o docentes la posibilidad de ubicar a un alumno donde sea que esté, a la hora que sea. No sea cosa que esté fuera del aula cuando no debe. Y con quien no debe.
Para que te quedes mas tranquilo, te dejo esta frase: “hay más de una forma de entrarle a un celular”
Que no es mía, la dijo Pablo un par de veces. Como para confirmar que sin duda, una vez que se obtenga el perfil de compras de un usuario de celular/laptop/PDA/loquesea, será posible bombardearlo con publicidad no solicitada todas las veces que las empresas lo deseen. De cerca, con bluetooth, o de lejos, con celu convencional.
Y por supuesto, ningún ejecutivo podrá nunca más decir que está visitando a un cliente cuando esta visitando a Mery, Betty, o cualquier otra rubia de New York.
Porque a partir del Cisco 3300 MSE, vacaciones eran las de antes.
¿Precio? Marrone dijo “yo no manejo precios” Pero sí aclaró que el verdadero costo estará en la programación de las aplicaciones específicas para cada negocio.
Por si te parece que mi detalle de posibilidades es exagerado, te diré que en la tarjeta de la persona que presentó este equipo hay un escudito que dice “Cisco Certified Internetwork Expert”. Así que andá a discutirle a él.
Posdata: Saludito cordial para la muy amable Celeste Weissbein (es cierto, las vacaciones son para los chicos, no para las madres) y la cariñosa patota de Mazalán.