Brasil no sólo apoya el software libre desde el estado, sino que, además, contribuirá activamente a su desarrollo, bajo el concepto de “retribución”. El Comité de Implementación del Software Libre del gobierno brasileño firmó sendas cartas de intención con The Document Foundation y The Apache Foundation para cooperar con las comunidades de LibreOffice y OpenOffice, respectivamente. Eso lo afirma el comunicado publicado en el sitio oficial brasileño dedicado al software libre.
Tal como lo comenta Alan Lazalde en una nota de Alt1040, “La propuesta es fortalecer la posición cooperativa del Estado Brasileño con la evolución de las suites de oficina FLOSS, debido a su importancia dentro de las instituciones públicas.” Se estima que más de un millón de computadoras públicas operan con estas soluciones, “lo que representa ahorros en licencias de software y en la inversión nacional en tecnología”.
Continúa el comunicado con que “el uso de las suites de oficina FLOSS refuerza la premisa de la adopción de estándares abiertos” en referencia, puntualmente, a Open Document Format (ODF), cuya adopción para la documentación gubernamental “es importante para asegurar el acceso a la información, independientemente de la plataforma tecnológica, y la interoperabilidad entre las agencias gubernamentales”.
Como lo reproduce Lazalde, “Esta acción pretende regresar a la sociedad y las comunidades los beneficios generados por el Estado, y apoyar el continuo crecimiento y mejora de ése software.”
Creo que no hay nada más que agregar.