La gente de AOC me prestó por casi tres semanas su All-In-One M92 para testear y el resultado es prometedor. Pero no sólo se trata de un equipo, sino también de un concepto —que no es propiedad exclusiva de AOC, por cierto—, que tiene una larga historia, si se quiere, en el que vale la pena detenerse, más allá de la “ventaja” que tiene declarar en la aduana una computadora completa y no sólo un monitor. Hay como un “renacer” del concepto all-in-one que las empresas están queriendo aprovechar con la tecnología actualmente disponible.
Técnicamente, algunas de las primeras computadoras personales de escritorio eran all-in-one. Ya aquella Macintosh 128K de 1984 lo era. Y no podemos olvidar las IBMs (típicamente la PS/2) y las Wang.
Hace algunos años el concepto volvió a “encenderse” con aquellas eMacs de Apple y algún modelo de Hewlett Packard que anduvo dando vueltas por ahí. Pero pareciera que las nuevas tecnologías y, especialmente, la idea de la PC como centro multimedia de la casa le ha dado nuevas energías al concepto.
La gente de AOC en la Argentina, con el bueno de Salvador Crespo a la cabeza, insistió en que tuviese en casa el modelo de AIO que están trayendo al país en este momento: AOC M92. Y lo primero que hice cuando me lo dejaron, fue instalarlo en medio del comedor diario. En otras palabras, a disposición de la mejor representante del usuario promedio de la que puedo disponer: mi esposa.
Ahí es donde empezaron a notarse las características propias del concepto: muchos menos cables, mucho menos espacio ocupado y, lo más interesante de todo, una postura física distinta a la que tenemos cuando estamos trabajando en una PC normal o en una laptop. En este caso particular el monitor era de 18,5 pulgadas, más chico que el de 19 que tengo en mi escritorio y sin embargo parece más grande: es porque uno se sienta más cerca de la pantalla. Entre otras cosas se debe a que los conectores USB, la lectora de DVDs, la botonera, todo está ahí, en el monitor y uno tiene que acercarse más seguido que cuando trabaja en una PC.
Pero además, tiene cierto grado de portabilidad que no tiene una PC común; aunque no tanto como una laptop, claro. Y hasta la posibilidad de fijar el equipo a la pared le da otra dimensión a la idea.
Un buen monitor, una buena cantidad de espacio en disco, conectividad rápida y una capacidad de procesamiento adecuada podrían lograr que una AIO se convierta en ese centro multimedia que tanto las empresas de informática como las de entretenimiento andan buscando.
Incluso, como para completar la idea, ya hay propuestas de escritorios laborales con AIOs, basados en la premisa del ahorro de espacio.
¿La AOC, es decir, esta máquina? Técnicamente es limitada. Tiene un procesador Atom, un giga de RAM y 160 gigas de espacio en disco. La placa de video es discreta, tiene varios puertos USB y buena conectividad WiFi. En otras palabras, una netbook con pantalla gigante.
Para propósitos generales sirve adecuadamente. Escuchamos música, vimos videos y hasta codificamos algunos DVDs (eso sí, tardamos una hora más que con una máquina con Core 2 Duo y 2 gigas de RAM), enviamos y recibimos mails tanto por Web como por IMAP, bajamos fotos y hasta soportó la instalación de un Office 2007. Aclaro: venía con un Windows XP Home Edition.
El teclado era uno pequeño sin teclado numérico y tanto éste como el mouse se conectaban por puertos PS/2 que, a su vez, junto con dos USBs, estaban en la parte posterior. O sea, si se te ocurría colgar el equipo de la pared, todos esos conectores quedaban anulados. El botón que enciende y apaga por hard la placa WiFi está muy cerca de los puertos USBs laterales y no era raro que, poniendo o sacando un pendrive, cortemos la conexión a Internet.
Quizá teclado y mouse inalámbricos hubieran sido más útiles que estos cableados ya que incluso podrían haber funcionado como control remoto.
Y no da para juegos. Fuera de los flashes online, de algunos pequeños como el clásico Bejeweled o el Mahjong, cualquier juego un poco más exigente de procesamiento o placa de video está excluido, y esa sería otra asignatura pendiente como para terminar de considerar a este modelo de AIO, como el centro multimedia de la casa.
Pero en líneas generales, para el equipo que es, y para las tareas más comunes de un hogar, el equipo demostró tener una buena capacidad. Que no es poco.
No te olvides de la Durango FX-85 con monitor de 10″ e Impresora de carro ancho (y vector de puntos) incorporada. Tambien venia una valija preformada para su transporte
Y me debo olvidar de unos cuantos modelos más…