(Por Rubén Borlenghi) Fueron nueve horas de trajinar, apenas cuarenta minutos para el almuerzo, y mucho, mucho público que renegó en los ascensores del conocido hotel frente a la torre regalo de los británicos. Los ascensores funcionaban, pero no alcanzaban para la marea de frikis y trajeados que se repartían cada cincuenta minutos entre las seis salas ocupadas por el congreso en un sonriente baile de la silla. ¿Proporción? Seis corbatas por cada cuatro remeras.

El Quinto Congreso Argentino de Seguridad de la Información “Compartiendo Buenas Prácticas” – SEGURINFO 2009 largó más o menos puntual, después de una acreditación sin gruñidos ni errores, por lo menos hasta las 8 1/2, en que yo llegué a la primera señorita sonriente que no encontraba un tarjetón que dijera Prensa.
Cerquita de las nueve se pobló la tarima del panel-presentador, con un también sonriente Juan José Dell’Acqua como presi del congreso, más Guillermo Vidal (presi del comité académico), más Alberto Chehebar (presi de Usuaria). Cada uno dijo lo imaginable con total corrección y don Alberto le pasó el turno al Importante Funcionario Estatal Encargado del /metafórico/ Corte de Cinta. Que no fue “Abal Medina” (así a secas, según indicaba el programa del website de Usuaria) sino Nicolás Trotta, Subsecretario de Tecnologías de Gestión.
Como en años anteriores he aburrido a propios y ajenos con detalladas versiones de los discursos, ya es suficiente. Eso sí, que les quede claro que el Dr. Trotta anunció su profundo interés por la Agenda Digital.
Más me interesa mencionar qué remarcó aquel o qué se olvidó éste, entre los nueve Keynote Speakers y los cuarenta y cinco paneles-presentaciones-conferencias o lo que según programa cuadrare. Así es, en cada horario había seis conferencias simultáneas. Yo me dediqué a los keynotes, pero de vez en cuando, en aquellos casos en que la guitarra marketinera sonaba un poco más fuerte, me fui a presenciar una conferencia “de las otras”. ¿Cantidad de presentadores que mostraron la hilacha de vendedor? Entre los keynotes, pocos, ya te contaré en otro momento. Entre los ocupantes de los salones, de acuerdo a una informal no-estadística de consultas en los pasillos, hubo pocas quejas sobre la patología mencionada.
Sobre un tema sí que me llegaron gruñidos: la simultaneidad de algunas conferencias que podrían interesarle al mismo público. Te canto algunos ejemplos mencionados por el respetable idem: “Fraude en Home Banking”, al mismo horario que “Respuesta a Incidentes” una conferencia presentada por el CSIRT Banelco y el ARCERT; o “Taller de Crisis, un incidente simulado de Seguridad” donde uno de los moderadores era Alberto Orgeira, un black belt de los bytes, cuando en otra sala en ese momento se había anunciado a Jean Marc Catalá, de Sonicwall, mostrando cómo hacer inspección profunda de paquetes, justo el tema que enojó a Sir Tim Berners-Lee el mes pasado…
De paso, esos cuatro títulos de presentaciones te darán una idea de por qué los salones quedaron chicos y la cola para entrar a alguno de ellos se parecía a la del cine.
Eso explica la sonrisa que lucía Dell’Acqua al anochecer, me parece.
Respecto al ceño fruncido de algunos de los keynote speakers, bueno, mañana te cuento.

Por Ricardog

Periodista científico especializado en tecnología. Médico en retiro efectivo.

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