Así, dramático, fue el lanzamiento de la nueva arquitectura de servidores que está proponiendo EMC. Digo dramático para no decir excesivamente marketinero. Porque convengamos que una nueva arquitectura de servidores basada en la capacidad de virtualizar, es, por lo menos, interesante, original, novedosa… pero de ahí a decir que es “la presentación de EMC más importante de su historia”… creo que hay un trecho…
A ver… separemos las cosas, dijo el doctor. Que es una tecnología original y novedosa, es cierto. Que la virtualización, pese a su poca aceptación actual (“tienen que pasar entre 15 y 18 años para que un sistema operativo sea lo suficientemente maduro para misión crítica” enfatizó Carlos Marconi, a propósito del “sistema operativo del Datacenter” como ya nos había presentado Patricia Montanelli el año pasado a la nueva plataforma de VMWare… a propósito ¿qué pasó con Patricia que en la “presentación de EMC más importante de su historia” referida a la virtualización, no estuvo…? Perdón el paréntesis kilométrico) tiene un puesto ganado en el futuro, también es cierto. Y que EMC tiene bien ganado su lugar en la industria TIC, especialmente en almacenamiento, of corrss, cierto también.
Pero nada es taaaaaaan revolucionario como para que justifique semejante pomposidad comunicacional.
¿De qué se trata esto? Después de una laaaaarga exposición acerca de los beneficios de la virtualización —exposición que ya venimos escuchando de ellos y de su competencia cada vez que pueden…—, que existen, no cabe duda (ahorro de energía y disminución en los costos de infraestructura por consolidación de servidores, entre otras cosas), llegó la presentación oficial de la nueva arquitectura.
Se trata de lo que los EMCidos llaman Virtual Matrix Architecture y su primer producto es Symmetrix V-Max. Algo así como el primer ladrillo del próximo “datacenter virtual” que proponen. Aparte de lo habitual de un servidor en cuanto a discos hot-swap, RAM, múltiples I/O ports, etc, está lo que demonizaron Virtual Matrix Interconnects, una interfase que, entre otras cosas permite el provisionamiento virtual de los dispositivos de datos, haciéndolos ver como un solo pool los distintos tipos de drives (Flash, SATA, FiberChannel, etc.). Por supuesto son compatibles con el resto de los servidores de un datacenter, pero sólo adquieren su “plenitud” con otros V-Max y, sobre todo, con el sistema de almacenamiento propietario de EMC.
Para completar, el equipo más chico tiene 40 discos y puede alcanzar hasta los 2400 para llegar a los 2 PB de espacio disponible, hasta un tera de memoria espejada, hasta 128 conexiones de backend y uso de procesadores Xeon multicore hasta 128 cores. ¿Más datos? Te invito a llamar a los proveedores…
Al salir me acordé de una discusión que tuvimos una vez con un publicitario a quien le reprochábamos los “prefijos aumentativos”. Si después de “super” viene “ultra” y después “mega” ¿qué queda para cuando el producto sea grande en serio? “No te preocupes que algo siempre se nos va a ocurrir” me dijo tan campante.