Ese fue uno de los comentarios que dio vuelta entre los asistentes esa noche. El otro, que ahora la Ciudad de Buenos Aires no iba a poder decir nada porque están legales. Lo que no les va a causar mucha gracia a los taxistas, que seguramente van a volver a parar en el Obelisco.
Es lo que recogí de algunos de los asistentes a la fiestita de lanzamiento que se hizo, tipo after hour, en uno de esos arcos que hay en Av. Libertador y Bullrich. Los que presentaron la novedad fueron Ricardo Weder, General Manager de Cabify para Latinoamérica y Guillermo Minieri, General Manager de la filial local.
Como ya se conoce, éste es un servicio de autos particulares que se ofrecen para traslados de gente. Técnicamente —para que pudiesen aprobarlos en Ciudad de Buenos Aires— se presentan como una remisería en la que, en lugar de llamarlos por teléfono, se los contacta por medio de una app de celular.
Cabify tiene 5 años y ya está presente en 10 países: España (de dónde es originaria), Portugal, México, Perú, Colombia, Chile, Panamá, Brasil, Ecuador y Argentina y en más de 25 ciudades.
Según los ejecutivos, entre los diferenciales de Cabify se cuentan las tarifas fijas, la posibilidad de realizar una reserva con anticipación, servicio de call center 24 horas, el seguro de responsabilidad civil para sus usuarios y, sobre todo y fundamentalmente, la legalidad para operar
Que no es poco.