Adobe presentó ante sus clientes la nueva versión de Acrobat y no tuvo mejor idea que invitar a la gente de ipsCA (los únicos que lograron que Adobe escuchara *realmente* a sus clientes) para que hagan una presentación conjunta.
Fue en el Hyatt de la calle Posadas, ante una concurrencia de unas 55 personas, entre clientes y prospectos, pero que valen la pena (traducción: con decisión de compra), tanto de Gobierno como del sector privado.
La estrella fue el chileno Gustavo Brunser, como siempre, haciendo sus demostraciones (le encanta hacerlas, especialmente cuando los asistentes suspiran o claman “aaahhhh…”, pero ya sabe que los que lo aplauden y lo ovacionan son los diseñadores, y cuando presenta Photoshop o algo así). Acá los presentes son más circunspectos.
Como llegué con la exposición ya empezada, le pedí en el intermedio que me sintetizara en pocas líneas cuáles eran las novedades de la nueva versión de Acrobat y me listó, como primero y principal, el Portafolios: un contenedor para distintos tipos de documentos (no necesariamente PDFs), en un entorno con diseño propio, gráfica propia e instrucciones y workflow. O sea, un archivo en el que vos incrustás la manera en que el lector tiene que seguir el contenido.
Otras mejoras: Compartir (Comentarios y modificaciones compartidas), nuevo asistente de formularios, Flash (FLV) integrado, soporte a mapas y geolocalización, mayor rapidez de arranque (creo que nunca va a ser suficientemente rápido), mejor captura web y OCR.
Además, con el Acrobat Extended y el Presenter, se pueden encapsular presentaciones y utilizar sin necesidad de tener powerpoint. Encriptación de 256 bits y validez de documento limitada fueron otras de las más de 350 y tantos features nuevos.
Después del break fue el turno de Rodolfo Lomascolo el capo máximo de ipsCA. Tal como te contamos cuando fue la presentación de ipsCA en sociedad, Rodolfo comenzó con que “Para mí, firma electrónica y digital es lo mismo” y terminó afirmando que “Trabajamos sobre el soporte PDF que es el mejor para este tipo de documentos”.
En el medio, ejemplificó para qué se usa actualmente la firma electrónica en España:
Visado colegial digital (colegios de ingenieros, arquitectos, etc. necesarios para contratos, licitaciones, adjudicaciones, licencias…), Contratos, tasaciones inmobiliarias. Recetas médicas y veterinarias. Contratos de trabajo temporales (En España casi todos usan contrato electrónico), y algunas cosas más, como factura electrónica.
Los casos de éxito mostraron ROIs muy cortos y dependiendo del tamaño de la empresa, se puede usar un Acrobat o un motor de generación de pedeefes de servidor. Of corrss manejados por el software de ipsCA.
En un aparte, Lomáscolo contó la anécdota de un viaje especial que hicieron capos de programación de Adobe a Europa, a instancias de ellos, para verificar que, efectivamente, hay diferencias en la manera en que se considera la firma en los Estados Unidos y en Europa. Yo no las entendí, pero evidentemente fueron suficientes como para que la gente de Adobe modificara los desarrollos a partir de cómo se considera en Europa.
Fue el primer caso del que me enteré (y le creí) en el que una empresa grande escuchara de verdad a sus clientes.