No fue estrictamente un evento de prensa ni una presentación de producto ni nada de eso. Fue una idea original de la gente de Sidif: convertir sus oficinas en una galería de arte. Con lo cual, técnicamente, si no me equivoco, fue un vernissage. Por eso, en realidad, esta nota es para agradecer, más que nada, la invitación.
La idea es que durante un año, un artista, en este caso Gustavo Fernández, exponga en las paredes de las oficinas de Sidif, sus obras (mayormente xilografías, litografías y acuarelas como la que reproducimos) y si a alguien le gusta, que se las compre. El tipo viene y reemplaza la vendida por otra. Y los empleados de Sidif, en lugar de tener los tan genéricos paisajes relajantes o los carteles con consignas motivacionales, ven todos los días, obras de arte.
Ahí estaban, los tres capos de la compañía, William Chamak, Ariel Canossa y Mariano Russo (que les gusta que les digan que son socios, nada de gerente de tal o cual cosa) como anfitriones y vimos a algunos de sus partners, como Nacho Conti de Afina, Juanjo Gutiérrez de Avnet o Maximiliano Jacobovsky de LANDesk.
Además de los canapés y “fingers”, hubo una pareja de tangos y cuando me iba, se estaba preparando una cata de vinos. Como dije en la bajada, la idea me pareció muy original y no me parecería nada mal que se reproduzca… en el buen sentido de la palabra.