(Por Daniel Aisemberg*) La industria del software ha sido, los últimos dos años, una de las más dinámicas en la tecnología. Y no solo porque surgen up dates de los sistemas sino porque, a escala mundial, hubo una consolidación entre proveedores, que tienen como derivación mayores portafolios en los grandes vendedores y un camino de difícil inmersión entre los jugadores locales y los de nichos particulares. Los vendedores de Enterprise Resource Planning (ERP), tales como SAP y Oracle, han mordido share en software de relación con los clientes (CRM) y de gestión de cadenas de abastecimiento (SCM), según la consultora AMR Research.
En el negocio local, también hay una tendencia ascendente, tanto en el ERP como en los otros segmentos
La tendencia corporativa es sumar tecnología que ayude a generar negocios, ya sea por acelerar la toma de decisiones como para comprender por qué los números muestran lo que muestran, además de los clásicos robustez, eficiencia y escalabilidad.
Hay una consolidación alrededor de lo que llamaban ERP pues la cantidad de datos que había que traspasar era tan grande que sólo cobraba validez cuando se relacionaba íntegramente con el resto de los sistemas.
Los clientes buscan integración. Intentan que los proveedores tengan soluciones más amplias, porque las plataformas generan soluciones más abarcativas, por eso los grandes proveedores van a esas estrategias. Y por eso también hay un movimiento grande de compra de proveedores de nicho
Entre los cambios más evidentes que un sistema de ERP proporciona a una corporación, sin dudas, está la mayor confiabilidad de los datos, ahora monitorizados en tiempo real, y la disminución del retrabajo. Algo que es conseguido con el auxilio y compromiso de los empleados, responsables por hacer la actualización sistemática de los datos que alimentan toda la cadena de módulos del ERP y que, en última instancia, hacen que la empresa pueda interactuar.
De este modo, las informaciones transitan por los módulos en tiempo real, o sea, una orden de venta dispara el proceso de fabricación con el envío de la información para múltiples bases, desde stock (almacenamiento) de insumos hasta la logística del producto. Todo realizado con datos orgánicos, integrados y no redundantes.
Es importante entender que el ERP no es simplemente un software que se compra, instala y usa como Windows o un juego de computadora. Más que eso, consiste en una revolución que involucra todos los procesos internos y debe ser precedido de una extensa y, muchas veces, demorada reevaluación de todos los departamentos, sus funciones, mecanismos de decisión y formas de actuación. Sin embargo, no vale la pena esperar que el sistema por sí solo cambie la gestión empresarial. Es necesario tener en mente que es una herramienta importante y decisiva, pero quién lo comanda, la forma en que los datos son insertados y cómo las informaciones son dirigidas posteriormente, son aspectos de suma importancia.
El mercado de grandes empresas (el descremado) ya se encuentra saturado, cuenta con productos relativamente sofisticados (o bien no tan sofisticados, pero con mucho valor agregado bajo la forma de servicio, como el caso de SAP) y con baja tendencia al cambio de proveedor por alto costo de migración (el costo hundido de haber implementado un determinado ERP, mas lo traumático del cambio en sí).
Por el contrario, el mercado virgen, que es el de PYME, no valora tanto la sofisticación (o no le cierra en cuanto a costo/beneficio), ya que se puede arreglar con productos sencillos y económicos; incluso, en este mercado, las empresas oferentes también pueden suplir la falta de producto sofisticado con servicios (Como Bejerman).
La menor necesidad de sofisticación, así como la presencia de empresas con fuerte know how en determinados módulos (Bejerman en lo contable o las de RRHH en esta área), hacen que el esquema de módulos puede seguir funcionando.
Otro factor que conspira contra el cambio es que algunas empresas que atienden a PYME tienen muy buenos canales comerciales, ya se propios o a través de implementadotes; por su parte, estos últimos rara vez migran de software, por lo que siguen vendiendo el mismo producto, aunque sepan de la existencia de uno mejor en la competencia.
La tasa de crecimiento de esta industria fue del 30% en los últimos años.
El mercado potencial es altísimo y se prevé que continúe un proceso creciente de inversión y a su vez con algunos lanzamientos por nuevos ingresantes de la mano de un proceso de concentración de oferentes. También hay buenas oportunidades para proveedores locales en mercados externos de habla hispana, fundamentalmente Latinoamérica.
* Director de Evaluando Software