Síragon: como internacional, la Argentina

De acuerdo a la venezolana Síragon, la Argentina va a ser el primer paso de la internacionalización de la compañía. O sea, debutan como transnacionales en el país, de la mano de Greentech, un rep que ya hace casi un año que está acá, hermanito (o primito) porque en realidad pertenecen ambas compañías al mismo grupo empresario. Primero traen notebooks a ver cómo les va. Pero se ve que se tienen fe, porque trajeron un fangote.

En el Hotel Emperador se hizo la presentación en sociedad de la fábrica/ensambladora Síragon de Venezuela (no tienen problemas en categorizarse de esa manera, no como algunas compañías de acá…), que desde hace siete años ensambla notebooks, desktops, monitores y televisores LCD, cámaras digitales y fabrica memorias RAM.

Estuvo el capo, Harold Blanco (Gerente de Investigación y desarrollo de Síragon) con José Miguel Raidi (Gerente General de Greentech Argentina) como anfitrión y la “amable” presencia de Federico Fino de Intel y Edwin Pacheco y Romina Zambrini de Microsoft.

Van a arrancar primero con notebooks. Ya trajeron las mini notebooks (como ellos llaman a la netbook) ML-1030 (procesador Atom, un giga de RAM y 160 de disco rígido) y para fin de año vienen la SL-6320 Blade (finita, con todo el estilo de la MacBook Air, pantalla HD de 13,3”, 3 gigas de RAM DDR2 y 120 gigas de disco) y la SL-6310, más clásica (pantalla de 13,3”, Procesador Intel CULV, 2 GB DDR2 y disco de 250GB) pero con tapas con diseños artísticos. Eso sí, nada de enarbolar 8 o 10 horas incomprobables de duración de batería: dos o tres horas y a confesión de partes…

Si bien el objetivo confeso es competirle a las laptops multinacionales (en rigor, creo que más amenazados se van a sentir los Banghó, Olivetti o Air…), no lo harían por el precio, sino más bien por los complementos que vendrían incluidos: fundas, accesorios (como un lector DVD externo), bundle de software.

Así, entre chascarrillos acerca de la notebooks “vergatarias”, distintos tipos de “relaciones” entre los gobiernos argentino y venezolano y de cómo prefirieron entrar con notebooks, que quedaron fuera del impuestazo, pasó el almuerzo, muy rico por cierto.

La primera impresión fue buena, ya sabés cómo es esto, gente amable, que parece sincera. Pero como en la cancha se ven los pingos, veremos cómo les va en la venta, en el soporte técnico y, sobre todo, en la imposición de la marca.

Por lo pronto, yo me traje una netbook a casa. En cuanto tenga algo para decir de ella, les aviso.