(Por El Microsaurio) El trío de boletines que detallamos la semana pasada solucionó ocho vulnerabilidades. Pero los muchachos de Redmond se dejaron en el tintero el grave problema descubierto hace casi dos meses en Excel. Brevemente, llega por email una planilla de cálculo, la abrís y se instala un troyano en tu compu. Microsoft dejó una falla sin emparchar. Y es grave.
Ese troyano fue descubierto y clasificado en febrero por varios vendedores de software antivirus, con Symantec y McAfee a la cabeza. Microsoft aceptó la existencia del engendrito, informó que andaba suelto por la Web, y que un día de estos sacaba un parche.
Me extrañé por la insistencia de algunos colegas del graN paíS del nortE sobre este tema, y la insistencia en que no se emparchara un problema de Excel, hasta que un amable plumífero norteño me desasnó:
¡Es Tax Season, muchacho!
Aaaahhhh.
La temporada de impuestos (y me acuerdo de Mr. Magoo y el malvado pato) se largó el 11 de enero y cierra el 15 de abril. Son las fechas en que el gobierno de ese país inicia y cierra la recepción de declaraciones de impuestos de los particulares. Los prolijitos norteamericanos hacen cuentas (¿adiviná en qué planilla?), consultan a su contador (seguí adivinando: ¿qué planilla usa el contador?) y esperan encantados que, si pagaron de más, por algo de lo cual estaban legalmente exentos, el Estado les mande un cheque con el vuelto.
Y claro, centenares de miles de planillas de cálculo van y vienen… por email. Y si les llega una planilla Excel, los tipos la abren, en una de esas les están avisando que zafaron algunos verdes. O… se instala el malware.
¿Entendiste? Allá arriba, esa vulnerabilidad de Excel es más jodida que el LoveLetter. Por la plata baila el virus, nomás.