(Por El Microsaurio) La historia es tan, tan conocida, que voy a ser brevísimo. Llega un mail. Asunto: “El mejor día de mi vida”. Texto: se ven los link a varias fotos digitales; es fácil darse cuenta que son fotos, todas tienen nombres del tipo “DSC000algo”. Debajo de los links a las fotos, un texto: “Ay, querido, no me cansaré de decir que ese fue el día más lindo y más importante de mi vida, hasta entonces, un beso muy fuerte en la boca! borrá las fotos después de verlas, eh?” No abras ese mail, no es para vos… No mires esas fotos, no son para vos…
Tiene toda la pinta de un álbum de fotos muy picantito… ¿cómo no le iba a hacer clic el mirón? El link mostraba el nombre de un conocidísimo hotel cinco estrellas de Río de Janeiro, quien envía la foto se llama “andressinha17” (¿tendrá 17?).
Resultado: redirección a una página de Holanda, ejecución automática de un script, bajada a la computadora de un ejecutable, que claro, tiene nombre disfrazado de foto digital, se llama <DSC000215126.jpg.exe> Es chico, 28K, baja como un tiro…
Sí, adivinaste. Un troyano que roba contraseñas de bancos.
Otro que tire y pegue…